Eres un experto?
Suena redundante caer siempre en lo mismo: El que es experto en algo, ¿nace o se hace?.
Nombres de niños como Robert James Fischer, Akrit Jaswal, Saffron Pledge, Wolfgang Amadeus Mozart, William Rowan Hamilton, William James Sidis, entre otros. No hay duda que
estos pequeños genios deben ser mencionados y reconocidos como dignos exponentes de una evolución en la raza humana. La mejora genética de la especie.
Pero, y si queremos nosotros llegar a esos niveles de excelencia en la ejecución de alguna actividad?
Es imposible, para el resto de los que habitan el mundo, lograr la calidad de experto?
A principios de la década del 90 un grupo de psicólogos (considerados actualmente como uno de los grupos más serios en estudios sobre la calidad de ser experto), a la cabeza delDr. K. Anders Ericsson, se convirtieron en referente vanguardista de una teoría única: El ser experto se relaciona con la memoria a largo plazo de las personas. Si Logramos que nuestra cabeza vea como natural y común una actividad (cualquiera que esta sea) podremos ser eficientes y efectivos.
Uno de los estudios que demuestran esta teoría fue realizado por este grupo sobre una muestra de estudiantes de violín en un conservatorio. Dividieron al grupo en tres en base a su nivel de excelencia en ejecución del
instrumento. Descubrieron con sorpresa que el grupo de los más aventajados había cumplido con por lo menos diez mil horas de práctica hasta la fecha del estudio.
La única diferencia entre los otros dos grupos era simplemente una diferencia entre horas de práctica y entere grupo y grupo el número era uniforme.
Esto desmitifica la idea de que sólo ciertos agraciados por el destino puedan sobresalir de la media como representantes de sus disciplinas. Es verdad que puede que existan seres como nuestros niños prodigio
que vienen con la capacidad cognitiva evolucionada de serie, pero eso sólo significa que ellos puede que necesiten menos tiempo que nosotros para entender algo.
Pero la calidad de experto debe medirse, si algo no puede medirse o ser tangible de alguna manera o no lo es.
Existen cinco criterios que te permiten saber si eres experto en algo (Esto es extraido del artículo titulado “The Making of an Expert”de
K. Anders Ericsson, Michael J. Prietula, y Edward T. Cokely):
Puedes encontrar el texto completo aquí:
http://www.uvm.edu/~pdodds/files/papers/others/everything/ericsson2007a.pdf
1.- Debes poder detectar experiencias propias. A veces se confunde la buena memoria como experiencia. El experto debe tener vivencias
propias y haberse enfrentado a situaciones particulares relacionadas con la actividad. Tener resultados de indagaciones e investigaciones no es lo mismo
que simplemente reportarlas
2.- Debes poder demostrar tu conocimiento amplio en el tema.
No sólo se trata de haber pertenecido a un grupo de élite. El verdadero experto puede detectar donde ha fallado y explicar porqué ha fallado o cual es la
naturaleza del fallo. Hay que tener siempre una capacidad de autoevaluación.
3.- La intuición puede ser mala consejera. Si bien es bueno hacer caso a las corazonadas, un verdadero experto analiza y tiene un método
para saber hacer las cosas. Hay que conocer las reglas. La mejora en la toma de decisiones se logra sólo si se es objetivo en la apreciación de los resultados.
4.- No es necesario saber siempre la última técnica de moda.
Bastará con saber manejar lo que se tiene. Existe la idea, en nuestro campo, de que hay que saber manejar la herramienta que usan todos los de la élite, cuando
no podemos manejar lo que ya conocemos. El experto sabe sacar provecho de absolutamente toda clase de recursos. El cambio constante puede llevarnos a la
mediocridad.
5.- La acumulación de datos no es parte del ser experto. El saber utilizar esos conocimientos para la resolución de problemas es lo que
hace a una persona una experta de verdad.
Pensemos un momento en esto. Los seres humanos somos expertos en un montón de actividades. Podemos caminar con una pericia
inigualable, evitamos muchos choques con objetos y otras personas, independientemente de la velocidad a la que vayamos. Somos capaces de esquivar
cualquier tipo de obstáculos y llegar a destino sin contratiempo un 95.5% de las veces.
Somos expertos comunicadores (cuando queremos, pero lo
somos). Por medio de infinitas maneras hemos logrado transmitir nuestras ideas
a otros como nosotros. Algunos hablan
Somos expertos para muchas cosas porque hemos practicado muchísimo y sabemos ponerlo en práctica.
Que no sea diferente con nuestra idea de diseño.
El genio es un 1% de inspiración y un 99% de transpiración (sudor). Thomas Alva Edison
Después de esto la conclusión es que todos podemos ser expertos. Las
reglas son sencillas:
Cinco puntos a vigilar constantemente y diez mil horas de práctica (real).
Tienen razón esos psicólogos?
No tengo ni idea. Pero es un respiro saber que alguien piensa que si. Por si acaso tengamos siempre el cronómetro a mano