
Anamorfosis o anamorfismo (lo mismo da, que da lo mismo).
Hola a tod@s
En una de las salas del museo Dalí de Figueres se encuentran una serie de dibujos abstractos, amorfos, sobre unas mesas (en esta ocasión no están colgados de la pared). Encima de cada una de estas ilustraciones, hay una botella plateada de Ponche Caballero. La gracia está en que el reflejo del dibujo en dicha botella se muestra correctamente, el reflejo «recompone» esa deformidad.
En esta imagen, Dalí juega a la ambivalencia, pues el dibujo “plano” es un rostro y su reflejo es un desnudo femenino.
La idea de crear una composición que sólo puede verse correctamente a través de su reflejo en una superficie cilíndrica, no es original de Dalí. Esta técnica se conoce en Europa desde el siglo XVII y se denomina anamorfosis catóptrica. Aquí debajo tenéis la portada de La Perspective Curieuse, un libro publicado en 1638 por el monje francés Jean François Niceron, donde explicaba matemáticamente paradojas y curiosidades sobre óptica y perspectiva. Si os fijáis, el querubín de la derecha está mirando un retrato de Descartes reflejado en un cilindro.
Aquí tenéis otro grabado de la época, donde unos sátiros alucinan con este juego óptico.
Un catóptrico es un instrumento que sirve para mostrar luz reflejada (lo que viene siendo un espejo de toda la vida). La anamorfosis o el anamorfismo (se puede decir tanto en femenino como en masculino) es una de deformación óptica reversible mediante procedimientos también ópticos. Así pues, anamorfisis catóptrica significa, ni más ni menos, que el reflejo especular nos mostrará correctamente una figura aparentemente deforme. Como vemos en la imagen de abajo, no tiene porqué tratarse de un dibujo, puede ser perfectamente una escultura.
El anamorfismo da mucho más de sí, el procedimiento óptico que nos permite “recomponer” una imagen no tiene porqué ser una lente o un espejo, basta con situarse en la posición y distancia correcta para observar la obra, como esas composiciones tan interesantes y espectaculares de artistas callejeros (que seguramente ya habréis visto, pues recorren como la pólvora las redes sociales).
Finalmente, aquí tenéis el video-clip The Writing’s On The Wall del grupo OK Go. Os aconsejo que entréis en al canal de Youtube de esta banda, porque tienen videos de un nivel de creatividad espectacular, a cual más original.
[youtube width=»854″ height=»480″]https://www.youtube.com/watch?v=m86ae_e_ptU[/youtube]
Bueno, pues nada más, un saludo a tod@s y hasta el siguiente post!
Marc
David, me encanta tu artículo. El efecto que describes al final yo lo conocia con el nombre «trampantojo».
David Sánchez
¡Gracias! Pues mira, yo no lo conocía por ese nombre, y me encanta: es eufónico a la par que folclórico.